La primera lectura me pareció un gran logro considerando la situación. Lo diré así: dependiendo del sapo es la pedrada, y de ese sapo no esperaba mucho. En lo personal, no puedo decir que ese tipo de lectura me guste, pero tampoco que me enriquezca. Creo que hasta para los libros de reflexión y autoayuda se necesita más que un par de dedos de frente. Me pareció que rayaba en lo cursi.
La segunda lectura me gustó y mucho. R.L. Stine siempre me ha parecido genio, y eso que sólo conocía la serie "Escalofríos". La literatura de terror me encanta (las películas no, me ponen muy nerviosa) y la historia en particular me atrapó, a pesar de estar expuesta deficientemente. No es que espere que todos pongan la misma pasión que yo al leer, pero sí tantito cuidado en la pronunciación, entonación y puntuación.
Cuando uno va a leer ante un grupo de personas, debe de estar seguro de su tono de voz, de sus pausas, de sus modulaciones. No es cosa de pararse a repetir como loro las letras frente a uno. ¿Cómo destruir a Honoré de Balzac? Precisamente así, parándose con una Obra Maestra en las manos y haciéndola pedazos omitiendo comas, puntos, acentos y demás cosas que son pequeñitas pequeñitas pero muy importantitas.
Así se comprueba mi argumento y ni siquiera tuve que exponerlo. Leí en el blog de Christophe que las lecturas con temática infantil son fáciles y no llenan, bueno, ésa fue una lectura pesada, complicada y "madurita", ¿Cuánto te enriqueció si fue hecha trizas en media hora?
Concluyo mi comentario de la clase con un sabor agridulce, no todo mal, pero pudo se peor.